TEORIA NUMERO DOS PARA MEJORAR EL MUNDO

Muy dignos algunos individuos de género masculino sostienen que es injusto decir que nunca te acostaras con el hombre de tu vida la primera noche. Muy herido en su parte femenina lo que no sabe el sujeto P es que en realidad se trata de una técnica de distracción. Es una especie de venganza karmica por todos los sapos que hemos tenido que ir besando en el proceso. Digamos, para simplificar, que obviamente hay dos tipos de mujeres: las que sí se acuestan en la primera cita y las que no. Muy a mi pesar creo que no depende tanto de la relación directa con el potencial del varón si no con la ligereza de cascos de la hembra mencionada.

Pongamos las cartas sobre la mesa. Yo soy lo que en círculos sociales de relaciones interpersonales se denomina “una tía estrecha”. Mucho de boquilla. Uso el manual de la típica película americana: primera cita, segunda cita, tercera cita ... Esto es así y no se mueve una coma. Ocasionalmente me encuentro con casos particulares a los que debo definir incluso lo que es una cita o lo que es peor, gente que no sabe ni con un mapa cómo comportarse en ellas. Me vienen dos casos muy claros a la cabeza (uno casi acaba en agresión y el otro en asesinato) a los que aún pongo muñecos budú cuando me siento frustrada.

Una vez nos encontramos con la definición del sujeto femenino no se puede dar muchas más vueltas al tema. Sólo abordarlo con la mayor dignidad posible y mucha elegancia. Nos gusta pensar que poner esas tediosas citas delante van a conseguir:

1. Más interés por parte del caballero.
2. Más cortejo
3. Más entusiasmo
4. Demostrar quien manda en la relación que se está cimentando.

Objetivamente en realidad el resultado es muy diferente. El pobre muchacho se mata a pajas y se come la cabeza pensando por qué las mujeres son más raras que un perro verde. Y tienen toda la razón aunque en público no se la voy a dar nunca. En resumen, intentamos hacerles pensar que van a conseguirlo y les damos el batacazo al final del todo por si deciden que no van a jugar el resto del partido.

Esta técnica es poco útil si nos enfrentamos con hombres de rango superior ya que saben que pueden tener a quien les dé la real gana sin mover un dedo así que sólo torturamos a los muchachos del montón para que se esfuercen el doble y consigan la mitad que los macizos. La vida es una mierda, hay que asumirlo.

La eficacia suele ser mucho inferior a la de la técnica de Juanjo ya que no se asegura el éxito ni en un 25% de los casos. Normalmente ambas partes acaban igual de despistadas ante los resultados conseguidos. Normalmente los dos individuos tienen una lucha de poder que hace que la cosa sea más lenta que la anterior teoría.

La baza de la mujer en esta línea doctrinal es que los hombres necesitan su dosis de sexo. No hay discusión al respecto. Ocasionalmente la consiguen con el sistema discotequero pero la posibilidad de tener sexo fijo y regular les aparece cíclicamente por lo que intentamos atacar cuando están en esas fases mientras se mantienen vulnerables. No digo que la mujer no necesite sexo, pero digamos que es bastante más disciplinada y no rebaja tanto el listón para conseguirlo como los machos.

Esta afirmación se fundamenta en la teoría de que todos tenemos un cerebro femenino. Cito: "A la inversa de lo que la gente piensa no se trata en el caso de las mujeres de ser concebidas originalmente con un cerebro masculino que luego se feminiza, en realidad, todos nacemos con un cerebro femenino con una funcionalidad global. Al nacer los varones generan testosterona y eso selecciona neuronas ¿cómo? matando otras. Esto no les sucede a las mujeres. Este fenómeno vuelve a ocurrir en la pubertad, es decir el cerebro masculino tiene menos neuronas que el femenino".Osea todos nacemos con un cerebro femenino que por efecto de las hormonas activa una diferenciación en dos momentos de la vida provocando, en definitiva, que ambos géneros sean fisiológicamente diferentes. Pero todos con un gen femenino. Es decir, recurrimos al chantaje y la extorsión de la parte femenina del cerebro del macho ibérico y lo explotamos hasta la saciedad. De ahí la gran pregunta que no todos los hombres se hacen: ¿Por qué las mujeres no se acuestan con ellos la primera vez? Si te la has hecho quizás alguna neurona de más ha sobrevivido, felicidades.

La explicación por la que todos los hombres indignados claman viene a continuación y es uno de los secretos mejor guardados del mundo. Porque nosotras mismas queremos diferenciarnos de los pendones de discoteca. Objetivamente todas aquellas que nunca han cedido en una pista de baile son aquellas que torturan a sus parejas para que se den cuenta de que hay dos tipos de féminas: las que sí y las que no. Es un proceso de educación que llevan a lo largo de toda la relación para hacerles comprender que la caza nocturna NO ESTÁ BIEN! Aunque no todas tenemos éxito en ese campo. Para nuestra desgracia no existe más complejidad. Somos tan simples como ellos pero más retorcidas. Pongamos dos claros ejemplos.

Mujer a un hombre: ¡Tengo un piercing en el clítoris! - pensamiento masculino: Me la cepillo.
Hombre a una mujer: ¡Tengo un piercing en el pene! - pensamiento femenino: ¿Qué clase de perturbado se hace eso? ¿Quién se cree, Nacho Vidal?

Ejemplos bastante gráficos de como funciona la mente humana normal (claramente hay gente que es para darle de comer aparte).

Una vez contestada la pregunta más importante del universo (a parte de cual es su propio origen cuya respuesta todos sabéis que es 42) la cosa no deja mucho lugar a dudas. Sólo plantear una pregunta sin respuesta. ¿Lleva más razón Juanjo o Pelayo?