EL PRINCIPITO

Lo tuvimos que pensar mucho antes de comprar las entradas para la representación de El Principito que se realizaba en El Matadero. La propuesta aparecía interesante. Incluso la estética que se adivinaba en los carteles publicitarios elegida por la compañía Come y Calla tenía un aspecto impecable pero sólo un pequeño escollo nos separaba de decidirnos: Eduardo Casanova ( Fidel en Aida)

Finalmente caímos en la tentación y el último día en cartel asistimos a la representación de la tarde. El entorno no podía ser mejor. El Matadero acaba de ser abierto hace poco y sus naves, algunas en reconstrucción aún, no pueden tener mejor aspecto. Con ese olor a nuevo han conseguido fragmentar los espacios y conservando la estructura de su antigua función ahora albergan obras de arte moderno (que no pudimos ver porque estaban cerradas) y este recién inaugurado teatro llamado las Naves del Español. A la entrada del recinto un bar con un miniteatrillo la mar de chic entretenía a los futuros asistentes a la representación (curiosamente más adultos que niños) que tomaban un piscolabis antes de la obra.

El teatro estaba muy bien organizado. Sus gradas son desmontables por lo que en función de las necesidades técnicas puede hacerse más grande, más pequeño, poner más asientos, organizar un patio de butacas o lo que se te ocurra. Eso sí, un calor terrible.

La obra al final no nos decepcionó. Quizás los prejuicios hacia su protagonista ayudaron a que un moderado sentimiento de satisfacción acompañara al indeciso público.

Lo mejor de la propuesta es la escenografía, sencilla, conceptual y efectiva. Los actores bastante correctos y la adaptación bastante fiel (echas en falta algún planeta o algún guiño original que la separe de adaptaciones pasadas pero por lo demás es bastante aconsejable para niños y adultos.

La obra está girando por toda España.

EL PRINCIPITO EDUARDO CASANOVA
EL AVIADOR PEP MUNNÉ
ROSA-ZORRA-SERPIENTE ITZIAR MIRANDA
VANIDOSO-FAROLERO-REY- HOMBRE DE NEGOCIOS-GEÓGRAFO MARIO SÁNCHEZ