LAS ESTÚPIDAS APUESTAS DE ANA

No sé que diantres ha pasado esta semana, debe ser alguna feromona perdida o algo así porque la cosa no tiene explicación.

En el curro cuatro hombres de buen ver me han solicitado amablemente el teléfono. ¡¡Estamos que lo tiramos!! De hecho uno de ellos repetidas veces.

Al comentarlo con un colega me he ganado una bronca terrible. Sostiene que debemos establecer una serie de normas básicas para fomentar relaciones interpersonales ya que, cagate lorito, soy un poco "estrecha" (no se ha debido fijar bien en las caderas).

Y como soy una bocazas (cállate Ana, la próxima vez, cállate) he decidido aceptar las normas y seguir el juego.

Consiste en que la próxima persona que invite seriamente a salir debe ser aceptada si cumple con las siguientes condiciones:

- La edad estará comprendida entre los 40 años(por aquello de la necrofilia) y más de dieciséis (por aquello de que consienta y no acabar en un juzgado por acoso de menores)

- Se valorarán sólo las aplicaciones de personas del sexo contrario. (Este fue un punto altamente discutido).

- No se valorará el background de la relación, es decir, si tenemos la poca suerte de que reaparezca un friki del pasado se apechuga.

- No se aplicarán las normas básicas para la criba (altura, fobias, filias, carnets políticos, frases ridículas, camisetas horteras, nacionalidades varias…)

- En este caso, y sólo a efectos del estudio, no se tendrá en cuanta lo fresca o ligera de cascos que se pueda ser, se trata de ciencia ¡¡Por amor de Dios!!

- Si en el plazo de 15 días no hay señales de hombres (mujeres en el caso del incitador) ni contactos físicos haremos como si esta conversación nunca hubiese tenido lugar.

¡Qué sea lo que Dios quiera!