PESADILLA ANTES DE NAVIDAD EN 3D

No es un secreto que Pesadilla Antes de Navidad es prácticamente un icono contemporáneo… incluso para aquellos que nunca la han visto. Chapas, posters, camisetas y demás merchandising parece obligado para ser gótico, emo o simplemente un enteradillo fan de Tim Burton. Y es que Tim Burton, creador y productor de la cinta, se ha ganado por meritos propios eclipsar incluso a su director, Henry Selick, que ha pasado al cajón de los directores ninguneados de la historia del cine en un suspiro.

Estas navidades se decidieron a estrenar la copia en 3D que lleva circulando por el mundo desde hace un par de años y que ya vimos en Inglaterra. Por eso era una excusa ideal para verla, por tercera vez en pantalla grande, con todo su esplendor y en castellano.

Para desgracia del exigente público la promoción de la cinta y el estreno en salas de la periferia ha quitado un poco de glamour al encanto de pisar un cine de nuevo para disfrutar de esta pieza. De hecho muchos fans desconocerán incluso su paso por las pantallas de Madrid ya que en algunas salas como Kinepolis en tan sólo una semana sustituyeron este título por Bolt (no comentaré lo que me parece esta decisión), unido al hecho del lanzamiento de las ediciones especiales en DVD y BlueRay acabó de condenar a los pocos acólitos fieles, y algún extraño ser, en Islazul, el único reducto cinefago que cedió un hueco en su última sesión para tan navideña cita.

¿Qué decir de Pesadilla Antes de Navidad que no se haya dicho ya? No es posible más que alabar el trabajo del señor Burton que se ha molestado en retocar una cinta casi perfecta para que sus personajes más míticos salgan de la pantalla y los copos de nieve navideños caigan sobre los espectadores.

La única pega es la eliminación del corto que precedía a la proyección que sirve sin duda para conocer la iconografía y el origen de este ya mítico cuento navideño.

Quedará para el recuerdo el comentario de los tipos de la fila de delante que NUNCA habían visto la película y concluyeron con una improvisada crítica “No está mal, es que la gente no va a ver películas de dibujos y no todas son malas”. A sus años casi procedía una contrarréplica: “¿Y cómo es que cuando erais jóvenes no fuisteis a verla cuando tenéis claramente la edad de haberla descubierto hace quince años?”. ¡Qué fácil es decir chorradas a posteriori...!