LE ROI LION : MUSICAL

Francia tiene mucha cultura de musical. No porque sus musicales sean mejores, es, básicamente, porque la gente quiere ver musicales. Normalmente eso ayuda bastante.

En la última escapada parisina había que hacer parada y sosta en algún espectáculo de esta índole y con una cartelera tan apetecible asistimos no a una si no a dos obras.

Mi perdido francés me permite comprender aunque no comunicarme así que usando a mi interpreté nos hicimos con entradas para ver una de las producciones más multipremiadas de los últimos años que dejamos escapar en Londres por los abultados precios: El Rey León .

El musical se estrenó en Broadway con tremendo éxito bajo la dirección de Julie Taymor, la misma que dirigió Across The Universe. El libreto fue encargado obviamente a Elton John que rescató las míticas canciones de la película y compuso alguna otra más para hacerlo más vistoso sirviéndose del omnipresente Tim Rice para rematarlo. Pero lo importante del show no es la música, no lo que te van a contar que ya es notoriamente sabido. Lo realmente impresionante es la teatralidad, la puesta en escena, el aprovechamiento de recursos, los decorados, los trajes y sobretodo la corporalidad de todos sus actores.

Dicen que es muy posible que la próxima parada sea en España, básicamente porque con el dinero que se invierte no se puede partir de cero y aprovechando que abandonan el teatro Mogador en breve deben buscar nueva sede.o La buena noticia es que la web http://www.elreyleon.es/ ya está reservada por Stage por lo que puede que si esta vez no se tuerce (hace años no había un escenario con suficiente fondo e incluso pensaron en contruir un auditorio a proposito en Principe Pio pero abandonaron el proyecto) se podrá ver en la capi. Aún así los castings se antojan harto difíciles ya que el 90% de los actores y bailarines son de raza negra. Y no es una concesión gratuita, al menos después de ver el musical. La presencia escénica de los leones, la monumentalidad de los grandes depredadores de la selva y sus movimientos encajan a la perfección en un espectáculo que asombra tanto a los mayores como a los más pequeños.

En la representación parisina no hay un eslabón suelto. Por poner alguna pega quizás haya un elenco de niños más flojo que el otro o que poniéndose a comparar Nala consigue pisar en algún momento a Simba adulto. Pero desde luego son todos auténticos artistas. Rafiki, Mufasa y Scar son simplemente tan impresionantes por su vestuario como por su voz. Timon, Pumbaa y Zazu son personajes entrañables que enganchan al público más infantil de la sala con igual majestuosidad. 50 actores, 20 músicos y cientos de disfraces aseguran un rato único.

En fin, una autentica maravilla, sorprendente, colorido, con unos puentes musicales casi tan vistosos como el resto de la obra, con unos efectos visuales chocantes y originales y unas voces únicas.

Hakuna Matata. Ea, venga todo el mundo a verlo.