Los vampiros son gente muy simpática y desde siempre un filón inagotable para las hondas catódicas. Además gracias a los nuevos contenidos adultos y a las series producidas par las cadenas de pago no es necesario que sean simpáticos, agradables o simplemente terroríficos. De esta “libertad creativa” ha surgido una de las series más fresquitas de la temporada pasada: True Blood.
La HBO ha rescatado la novela Southern vampire de Charlaine Harris. Una historia que se desarrolla en Luisiana, la América profunda, llena de paletos ignorantes y bastante nazis. Gracias a una innovación biológica surgida de Japón, un refresco que aporta los nutrientes básicos a los vampiros, estos han decidido “salir del ataúd” y convivir con las honradas gentes. Obviamente no todos los acogen con los brazos abiertos, muchos tienen pánico a los seres con una increíble fuerza y velocidad que, acostumbrados a la deliciosa sangre quizás no estén muy por la labor de comprar la Sangre-cola.
La gran apuesta de True Blood es la mezcla de géneros. Comienza con una dosis bastante alta de romanticismo y acción pero pronto, con la aparición de un asesino en serie en su primera temporada, empieza a tener sus dosis de intriga, terror y gore. Además no sólo de vampiros se alimenta True Blood. La protagonista femenina Sookie Stackhouse, la insufrible Anna Paquin, tiene poderes extrasensoriales que le permiten escuchar los pensamientos de la gente que les rodea y encontrará en el nuevo vecino vampiro Bill Compton (un interesantísimo Stephen Moyer) toda una nueva experiencia.
Bill es posiblemente una de las bazas fundamentales de la serie ya que se conserva divinamente para sus 173 años y consigue conservar el dualismo del bien y del mal haciéndose bastante más digerible que su compañera femenina gritona y con unos modelitos (véase los shorts y camisetas que me lleva) que claman al cielo.
Sam Merlotte (Sam Trammell), es el dueño del bar donde ella trabaja y no oculta que además está enamorado de la misteriosa joven (y no hay quien entienda el motivo de tanta atracción por esta niña a la que le puede meter una moneda de dos euros entre los dientes delanteros).
Sam, obviamente también tendrá sus pequeños secretos como el hermano de la desdichada camarera e incluso su mejor amiga. De ese modo ya tenemos suficiente información para introducir un poco de engaño, tensión sexual (y muy explícitas resoluciones), violencia, y algo de misterio.
La serie que llegó primero a Canal + será emitida en Cuatro próximamente y esperemos que en un horario decente pese a la gran cantidad de sexo y drogas de la misma.
Si quieres ir “abriendo boca” la cadena americana ha montado todo un mundo en Internet en relación con esta saga vampírica que incluyen webs de amantes de los vampiros, webs de contactos para encontrar a tu vampiro ideal e incluso información sobre la secta que acabará dando que hablar en próximas entregas:
American Vampire League
Agencia de contactos para encontrar vampiros simpáticos
Fellowship of the Sun
La página oficial de la “bebida de sangre”
Y el blog con todos los datos y videos de la actualidad vampírica y política
PD. Si te preguntas por qué hay tanta foto de Stephen Moyer, la respuesta es facilita, así el post queda mucho más bonito. ¡Ea!
4 Comentarios
Uff, qué serie más mala por favor!
ResponderEliminarMe bajé los primeros capítulos y, a mitad del primero, me quedé dormido. Lo comenté con un compañero del musical y me dijo que a él hasta el capítulo 5 ó 6 le gustó mucho pero que luego iba en picado.
La premisa es buena e interesante pero creo que no ha sabido explotar bien los guiones. Y sí, parte de culpa la tiene la Paquin y su personaje...
Besos.
Te aprecio peor tu problema se llama narcolepsia. No está tan mal y si eliminas mentalmente a Paquin incluso está bien.
ResponderEliminarTodo lo contrario, en mi opinión va de menos a más.
ResponderEliminarMe da miedo ver qué hacen con la segunda temporada.
Mira Dani, una persona decente y con criterio (y no es porque me caiga bien y me haga la pelota para que nole vuelvan a dar una muñeca hinchable).
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