ROMÉO ET JULIETTE – EL MUSICAL – PARIS

Os voy a hablar de los musicales. Pero no de los musicales en nuestro país que han quedado como una anécdota turística más, os voy a hablar de fanatismo en los musicales.

Roméo et Juliette: de la Haine à l'Amour se estrenó en Paris en el 2000. Desde entonces este musical creado en Francia se ha convertido en todo un referente con gira por todo el país y fanáticos que saben, coleccionan y orean todo lo que tiene que ver con él. De hecho su protagonista Damien Sargue ha sido y será siempre Roméo desde entonces y hasta ahora (y si permiten la apreciación los años le han sentado la mar de bien).

Romeo y Julieta es una de las obras de teatro más adaptadas del mundo. El texto de Shakespeare sobre el amor, la traición, los lazos de familia y la venganza y el odio se ha convertido en un referente en obras de teatro, óperas, películas, y ahora musicales por méritos propios. Y es que no se debe subestimar el poder de una buena historia de amor.

¿Recordáis que dije que os iba a explicar lo que era devoción por los musicales? Bien. Por el décimo aniversario de la obra se representó con un cast nuevo (que incluía a Cyril Nicolaï, que había ganas, aunque con el mismo protagonista masculino) en el Palacio de Congresos de Paris una versión renovada con algunos cambios, canciones nuevas y elenco rejuvenecido.

La sala, no muy pequeña, todo sea dicho de paso, se llenó de familias cuyos progenitores cantaban los temas, coreaban a los protagonistas y animaban a los niños a hacer lo mismo. La tienda del evento estaba a reventar con gente comprando todo tipo de merchandising con el emblema del musical. En las escenas emotivas lagrimones caían por los rostros de hombres y mujeres por igual y al final, con los bises de las dos canciones estrella la gente corría hacia el escenario entregando regalos y cantando los temas a los pies de los actores como si fuera un concierto de masas.

Y es que les puedo asegurar que después de ver un musical en Francia te das cuenta del camino que queda por andar en estos lares.

Os dejo finalmente con la canción Les Rois Du Monde, la más famosa captada en la obra y en los bises para que apreciéis en su magnitud tremendo espectáculo.