Quién me iba a decir a mí, con lo que yo soy, a mis años,
que lo mejor del domingo por la noche era que iba a tener a escasos tres metros
a Viggo Mortensen haciendo flexiones. Todo lo largo que es, pim pam, pim pam…
Y es que algunos ilusos pensaban que después de estar dando
por saco durante tres años, nada más y nada menos, múltiples cancelaciones de última
y de penúltima hora, cambios de elenco, problemas de agenda y demás por fin
llegaban a las Naves del Español, en el
Matadero, y para más INRI en la sala pequeña (¿Pero están todos tontos o qué?).
Con todos estos datos hacía prever que, como vaticinaron las malas lenguas era muy
posible que finalmente hubiera hostias para conseguir la entrada. Y haberlas
las hubo. Y es que con un aforo limitado y un número de representaciones algo
cuestionable nadie puede entender que un teatro “público” como es el Español no
se liara la manta a la cabeza y le diera el teatro principal o al menos la sala
principal del teatro pequeño… pero cuestiones de programación a parte vamos a
lo que nos interesa, Viggo y sus flexiones.
Imagínate la persona que más daño te ha hecho en la vida;
imagínate que tienes a esa persona a tu merced; le puedes dar el pase para que
se reencarne, se redima o se olvide de todo eso. Pero imaginemos que esa
persona es a la que tú más daño has hecho. Enciérralo en una habitación y
tienes Purgatorio.
Con este tema de base y la firme intención de no destripar más
de la trama a riesgo de jorobar el intríngulis de la obra paso a dar datos fácilmente
deducibles.
Prgatorio es una obra con forma de ocho tumbado, si, tipo
cinta de Moebius en la que el peso recae directamente en otra época, otras
ideas pero sobre todo en dos personajes principales. El trabajo actoral es
impresionante. Desde el arrastrado acento argentino de Viggo a la máxima
teatralidad de carme Elias. Muy distintos en las tablas pero con un punto común:
Son actorazos.
Una decoración mínima, futurista e inquietante. Un escenario
cuadrado en medio de las tres gradas del teatro con máxima visibilidad desde
casi todos los puntos y la ausencia de cortina hace que desde que entras en la
sala la inquietud y la tensión se mantengan. Mientras los acomodadores te
enseñan tu butaca un doctor (Mortensen) pasea por el cuadrilátero siguiendo las
líneas del suelo, cabizbajo, ignorando el gentío y el tímido cuchicheo. Carme Elias
es más difícil de vislumbrar en una esquina, a la sombra, agazapada pesar de
las descargas de adrenalina que soltará en unos minutos.
Por primera vez en milenios se cumple a rajatabla lo de “una
vez iniciada la sesión no se permitirá el paso a la sala”, algunas localidades
se quedan sin dueño pese a que estaban totalmente vendidas. Una pena para sus
propietarios que deberían estar tirandose de los pelos por su incorrección
horaria.
Por lo demás no puedo adelantar mucho a riesgo de destripar
los intrínsecos misterios de este thriller psicológico, de esta lucha de poder
de las almas y de este ejercicio de interpretación que merece un 11 en la
escala teatral. Además de poder decir con la boca bien llena que Madrid es ya
un centro internacional de teatro que podría rivalizar con un West End o un Broadway.
Imperdible.
Fecha Del 4 de noviembre al 18 de diciembre de 2011
Sala Naves del Español - Sala 2
Horario De martes a sábado 20.30 h. domingos 19 h.
Precio Entradas 22€. martes y miércoles 25% dto.
Sala Naves del Español - Sala 2
Horario De martes a sábado 20.30 h. domingos 19 h.
Precio Entradas 22€. martes y miércoles 25% dto.
1 Comentarios
Es un buen argumento. Que bueno que hayas disfrutado de la actuación de Vigo.
ResponderEliminarÉxitos en el Concurso 20blogs.
Te invito a que visites mi blog en la sección de cine
http://cineparausarelcerebro.blogspot.com/