Estamos en el Game, llega una señora con su niño de 10 años e intenta comprar el GTA V, el dependiente le intercepta y pregunta a la susodicha si sabe algo del juego. "No". Así qué narra las lindezas del GTA: violencia, lenguaje soez, drogas, señoras de compañía. Respuesta de la madre: "Cariño, mejor preguntamos a papá".
Si ya es alucinante que vayas a comprar un videojuego sin informarte un poco, si es de vergüenza que reconozcas que no vas a vigilar a tu niño cuando juega, el colmo es ya no ser capaz de tomar una decisión que es casi de carácter educativo para favorecer el mito extendido y alimentado de que los videojuegos son cosa de chicos.
Seamos realistas, a estas alturas los niños con consola se convierten en un problema menos para los padres de ocupaciones dilatadas. Les enchufas la tele y no hay crío, no importa que esté toda la tarde matando, robando o descuartizando mendigos, el niño no molesta y eso es lo importante.
Pues me opongo, creo firmemente que la consola no es un instrumento del diablo pero se debe usar con responsabilidad. Responsabilidad paterna. Fomentar el juego acompañado, cooperativo y controlar el juego - tiempo de juego y tipo del mismo - y aprovechar las características de la tecnología en favor de la educación y el entretenimiento.
Y por supuesto creo que el papel de la madre es tan relevante como el padre. Así que sí alguna vez Enano intenta engañarme así no necesito preguntar a papá. No hay juego y lo mismo Enano sufre mi ira.
2 Comentarios
Te doy la razón. En breve publicaré algo parecido a lo que expones, en mi nuevo blog porque ¿en qué momento los padres han pasado de tener hijos porque quieren disfrutar de ellos a tenerlos "aparcados" porque les molestan?
ResponderEliminarEsto es culpa de la herencia de ZP. Fijo.
Has dicho nuevo blog?
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