Ese día decidí que el propietario los había perdido para siempre: peli de Fritz Lang y otra de Martin Patino. Clasicazos. A la saca.
Al llegar a casa lo comento con mi media mandarina y me dice que el otro día se llevó otra pieza del intercambista solidario.
Esta misma semana ya ha rizado el rizo poniendo un post-it para indicar que una de las cintas es cine experimental alemán.
Estoy enamorada del momento en que me asomo a ver que ha dejado cuando bajamos a la piscina y decidir si la he visto o si la dejo en su sitio para que otra persona la disfrute.
Esta semana queremos devolver esta gratitud cinefila con un CD especial para el/la dadora de films. Es la mejor forma que tenemos de agradecerle no sólo las pelis, también el bien rato de descubrir que delicias y reliquias ha descargado y "liberado" cada día.
1 Comentarios
ostras qué curioso y a la vez Qué enriquecedor jaja
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