Llevo una semana tan contenta. Así en modo buenrollista supremo por haber visto una simple película. Si. Sorprendente pero cierto. Teniendo la cita programada desde marzo para asistir al debut de la pizpireta Leticia Dolera en la dirección de su primer largo allí nos plantamos el equipo Syfy (o al menos los pocos que siguieron fieles a la cita) y vimos una nada mal planteada comedia Indie con toques a lo Amelie, 500 días juntos,... Pero tan bien mezclada que tenía su encanto.
Pero no, no he venido a haceros una crítica cinematográfica que para eso ya tengo mi blog de cine. ¡Qué narices! Lo que quería decir es que esa película ha cambiado mi semana de una forma muy loca.
El jueves me dediqué a hacerme muy amiga de un camarero de la presentación de Mustela, un chico grandote, con barba, con pinta de friki,... Que se me asemejaba a Borja de la peli. Al principio solo le sonaba un poco el brazo cuando llegaba con cosas ricas pero cuando salió con las trufas de chocolate... ¡Ahí le tuve que abrazar! Creo que flipó un poco. Pero lo hice desde el cariño, lo prometo.
El viernes lo invertí entero en comprobar el aguante del cuerpo humano a la privación de sueño y a reírme mucho. Y mira que no soy de reírme a carcajadas. Soy más de risa interior o lo que es mucho peor. Risa irónica y condescendiente. Esta última es mi especialidad. La gente que se ríe de todo me da mal rollo. No se puede ser siempre feliz coñe. No es sano ni divertido.
El sábado... Uy, el sábado me desmadré del todo. No solo porque nos íbamos a beber todos los Mumbasa, perdón, a salir de fiesta y relacionarnos, si no porque al final conseguí esquivar a todo el mundo y relacionarme con las cosas más bonitas del mundo: mis amigas y con el puesto de cupcakes.
Así que arriba el anonimato, el buenrollismo y hacer lo que te apetece. ¿Relaciones sociales? Tacharlo de mi lista de requisitos para ser una persona normal porque al final en solo tres días llegué a la misma conclusión que en la película: con tachar eso de SER FELIZ de la lista el resto de requisitos los pongo yo.
Así que arriba el anonimato, el buenrollismo y hacer lo que te apetece. ¿Relaciones sociales? Tacharlo de mi lista de requisitos para ser una persona normal porque al final en solo tres días llegué a la misma conclusión que en la película: con tachar eso de SER FELIZ de la lista el resto de requisitos los pongo yo.
Y no, no me arrepiento de haber abrazado al camarero de Mustela. La vida son dos días...
1 Comentarios
He decirte que esta es de las entradas que más me han gustado, por verte tan reguapa y happy, la pena es que yo no te pude achuchar, pero de este verano no pasa...hombre ya!
ResponderEliminarUn besote amiga!!