El bolso de una madre


Cuando salgo con las mamis me doy cuenta de que soy un desastre. Nos sentamos a tomar algo y de sus bolsos sale de todo: coches, princesas, pinturas, libros, puzzles... Y eso en el apartado de diversión. Si te vas al resto es media farmacia, medio departamento de droguería, cosméticos, medicinas,... Un despliegue que ni el mismísimo bolso de Mary Poppins.

Y yo me siento, me asomo en el mío y oigo el eco, veo cuatro monedas tiradas al fondo, pienso que llevan un mes ahí y rebusco a ver si aparece algún cochecito medio descuartizado o cualquier elemento para entretener al churumbel. La mitad de los días me olvido de echar pañales y el resto de echar las toallitas así que jamás hago pleno. De los baberos ni hablamos, ¿vale?

Ocasionalmente meto alguna de esas cosas de comer chupando pero me olvido sistemáticamente del agua, y junto con ella de las piezas de fruta cortaditas en su tupper en la nevera (que ahí pueden estar hasta que las ranas críen pelo).

Pero este año me he propuesto ser una mamá guay que tenga de todo en el bolso. Si llueve, si hace frío, si hace calor, si se mancha, si nos atacan los mosquitos,... 

Lo primero que creo que tengo que hacer es cambiar de bolso. Creo que venden unas mochilas en el Decathlon que usan para escalar el Himalaya que me pueden valer para esta misión. Algo más  pequeño está prácticamente descartado.

Después creo que necesito separadores, herramientas que permitan apilar la montaña de cosas de forma más o menos decente para que si de repente suena el móvil no tenga que usar una escabadora para encontrarlo. 

Tras eso hay que buscar neverita, botella refrigerada, envase para cubiertos, pajitas y demás, para cubrir la sección de menaje, ya me entendéis.

Y en la zona de juegos ya lo mismo me vuelvo muy loca y los meto en plan salvaje en una bolsa de plástico. ¡Eso si es vivir al límite! 

Y después de todo eso ya puedo salir de casa. Eso si, limitaré los paseos a vueltas a la manzana para no acabar contracturada. Eso o le dejo en casa hasta que cumpla los doce y me quito de problemas.


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4 Comentarios

  1. A mi me pasa lo mismo pero con los maquillajes y productos de belleza varios. Yo que llevó apenas una barra de labios y uno de esos tubitos con muestra de perfume, he visto quienes llevan media perfumería y tienda de cosmética... Que me cuenten a mí por qué es tan importante llevar hasta el rizador de pestañas (que he visto a alguna que otra con él en el bolso) y la crema de pies y la famosa lima nueva de Dr. Scholl.... :O

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  2. Ociore.., Cuando has dicho eso de la "lija de pies" me he dado cuenta de que eso SI LO NECESITO... Todos lo necesitamos en el bolso, así en el metro te vas acicalando. Mo?

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  3. He visto esas mochilas y creo que estarás muy al límite para cuadrar todo lo que necesitas...ahí lo dejo.
    Yo hace tiempo que determine´que la comida es el entretenimiento mejor que puedo llevar para la enana, así que comida, agua y la cámara...y mochila lista para explorar el mundo. Piensa que casi siempre hay madres perfectas cercas dispuestas a dejarte una toallita con la satisfacción de poderte mirar por encima del hombro :P

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  4. Jajaja si yo tambien pertenezco al club de las madres desastre u olvidadizas, yo por olvidarme me olvido hasta del bolso en sí, dos horas de empaquetamiento para que al final se quede en casa! Así soy yo... Uppss
    Un saludo

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