El calzado para bebés tiene mucha más importancia de lo que realmente nos pensamos. Muchas veces damos muchas vueltas a qué ropa comprarles, pero se nos olvida una parte fundamental del cuerpo como son los pies, que están en constante crecimiento, por lo que es muy importante saber elegir el zapato adecuado para cada etapa y así, poder evitar posibles problemas en el aparato locomotor de los niños.
Los pies de los niños necesitan varios años para adquirir la forma y posición que tendrán cuando sean mayores. Por este motivo, es fundamental que el calzado para bebés sea confortable y de calidad, y a su vez, permita apoyar todo el pie y no una parte, porque los pies deben estar cómodos para soportar el peso de todo el cuerpo. Asimismo, también es muy importante elegir la talla adecuada de los zapatos y el tipo de calzado en relación a la edad del niño y a la estación del año, ya que en cada una de las etapas el bebé necesita un tipo de zapato.
A la hora de comprar un zapato de bebé, hay que tener en cuenta varios aspectos. Es preferible optar por unos de piel y tela para favorecer la transpiración del pie, que cuenten con una sujeción firme en el empeine y sea poco escotado para que cuando el niño esté jugando no se le salga con facilidad. Además, la suela tiene que ser ligera, flexible y antideslizante para evitar caídas innecesarias y, la planta debe ser ancha y de forma redonda o cuadrada.
Moda y calzado infantil acorde a su edad
La elección de la ropa de los niños suele ser un tema de conflicto. En ocasiones, los padres tendemos a vestir a nuestros hijos como personas adultas, con calzado, camisas y otras prendas que, en realidad pueden llegar a ser incómodas para los más pequeños. Y es que, está demostrado que una de las primeras cosas que buscan los menores en la ropa es “la comodidad y las texturas agradables”, apunta Júlia Pascual, psicóloga representante del Collegi Oficial de Psicologia de Catalunya, aunque con el paso de los años esta percepción va cambiando.
En el caso de los zapatos, es importante considerar que existe un calzado adecuado para cada etapa de acuerdo a su crecimiento y su desarrollo óseo.
Así, hasta los seis meses no hay que preocuparse mucho por el tema de los zapatos, ya que todavía no caminan, pero sí sirven para mantener calentitos los pies del bebé. Como estos son aún muy delicados, el calzado debe ser suave, flexible y cómodo.
En la fase de apoyo, es fundamental la adaptabilidad integral, porque sus tobillos necesitan ayuda para sostener su cuerpo. Para ello se recomienda usar zapatos de aprendizaje, con una suela antideslizante y una puntera con un refuerzo para proteger los dedos del roce y los golpes.
En sus primeros pasos, el equilibrio es clave y, para ayudarle el zapato tiene que tener una buena aireación y, las plantas deben ser gruesas y antideslizantes. Además, es necesario que tenga refuerzos laterales y posteriores para evitar que los pies se doblen.
Cuando el niño comienza a ser consciente de su vestimenta, a partir de los 5 o 6 años, es cuando los padres deben interceder y “educarle” en la forma de vestir y el calzado infantil. Hay que tener en cuenta que lo más probable es que el pequeño quiera imitar a sus padres y el resto de personas adultas en la forma de vestir, con una ropa y un calzado poco adecuado para su edad. Para Julia Pascual, “una manera de enseñarle sería dándole elegir al pequeño entre tres opciones previamente seleccionadas por los adultos. Así conseguiremos darle la sensación a nuestro hijo de que está haciendo una selección de lo que quiere llevar, pero realmente es una situación controlada por los padres”.
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