Hace eones en este blog os hablábamos mucho de musicales. Cuando al Gran Vía estalló y se convirtió en el referente de Europa (ahora con el brexit ya puedo decir Europa con la boca llena) ya me había pateado la mitad de los musicales que tenían cabida en teatros más modestos en Tirso de Molina o en auditorios y palacios de exposiciones. Muchos incluso en cines que reconvertían salas para evitar su cierre cuando lo de piratear estaba de moda. Y ahora, tras una pandemia, por fin llegan musicales que no conocemos en estos lares. Musicales modernos y divertidos con libretos e historias por descubrir. Es el caso de Kinky Boots que aterriza en el espacio Delicias para deleite del amante del musical divertido con un toque de cabaret.
El espacio Delicias.
Un inciso para describir el chiringuito montado en un descampado de esta gente. Igual que hicieron convirtiendo la pequeña esplanada de Príncipe Pío en una carpa pequeña donde se podían hacer conferencias, obras de teatro o presentaciones empresariales ahora la moda de montar teatros itinerantes como en el siglo XIX ha vuelto. No voy a decir que me guste en exceso porque la sonorización y los servicios dejan mucho que desear. Mientras a las malas las dos o tres carpas del IFEMA son bastante discretas poner dos carpas al lado de una estación de tren no lo es tanto. Es uno de los principales problemas que tiene este espacio integrado donde ahora mismo se pueden ver varios espectáculos de variedades y una exposición de arte inmersiva, los ruidos externos. Y este hecho se da en las dos instalaciones, hace unas semanas disfrutamos de otro show en el Cabaret y tanto en este espacio como en el teatro sucede lo mismo, tren que pasa y siempre aprovechando los momentos más interesantes restando encanto a la función. Pero bueno, no nos quejemos gracias a estas moles y a sus baños de obra (otro punto a tener en cuenta) podemos ver más catalogo en escena. Eso sí, háganse mirar lo de asfaltar las entradas ya que llegar en plena lluvia a su espacio es un infierno en vida y la accesibilidad brilla por su ausencia. Lo de las buracas y al comodidad lo dejaremos para otra ocasión.
Kinky Boots
Al lío. Kinky Boots es un musical que sigue la estela de otras obras como Full Monty al grito de renovarse o morir. También en que se basa en la película del mismo título estrenada en 2005. Una empresa de calzado rancio inglés está a punto de cerrar por el auge de los mercados asiáticos y el coste de la producción. Necesitan encontrar un nuevo nicho de mercado para no dejar en la calle a todos sus trabajadores que son amigos de la infancia de su jefe. En ese momento vital de Charlie Price, heredero de la fábrica que conoce a Lola, una drag Queen londinense y se da cuenta de que la solución a sus problemas es crear una línea de calzado dedicada a los hombres que se visten de mujeres. Ya sabéis botas de tacón para talla 46. Enredo y diversión asegurados cuando las drag queens invaden el pequeño pueblo con la loca idea de ayudar a salvar su fábrica. Choque de cultura, aprender a abrir la mente y ser tolerante pero sobre todo a vivir la vida con diversión y riesgos. ¡No puede fallar nada si además Cindy Lauper es la que realiza el libreto!
3 premios Olivier (Mejor Musical, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Actor en un Musical) lo respaldan. La producción de Madrid viene directamente de Argentina perfectamente preparada para funcionar con increíbles y complejas coreografías sobre cintas andadoras y más de 90 pares de botas.Los actores
Difícil elegir un cast perfecto pero tengo que reconocer que la sola elección de Lola puede marcar el éxito o el fracaso de esta obra. En Estados Unidos fue el mismísimo Billy Porter el que se calzó las Kinky Boots. Aquí seleccionaron el mejor actor que haya interpretado nunca a Simba, al brasileño Tiago Barbosa. ¡Espectacular! Si tenéis la oportunidad de ir a una sesión elegid la que sea suya porque es una fantasía.
Por otro lado tenemos a Daniel Diges que es bastante competente y Angy . Como podéis comprobar el entusiasmo que despierta Tiago eclipsa cualquier otro nombre propio. Un punto de nostalgia para los que sean de mi edad lo pone Daniel Huarte (Buenaaaas de Al salir de clase. Nos hacemos mayores).
En la sección de quejas y ruegos decir que las drag queens del reparto son excelentes bailarines, espectaculares cantantes y actrices pero sólo hemos localizado a Delisiah Glam que ejerza como tal. Sería bonito ver más dragas haciendo de drag, una locura.
Un musical, en resumen, muy divertido, con un buen mensaje, un ritmo trepidante y tremendamente disfrutable.
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